viernes, 11 de octubre de 2013

BLIJ: La crítica es bella. Cómo analizar los libros para niños.

La literatura infantil se ha desarrollado siempre bajo la mirada del adulto. Han sido los adultos los que han decidido siempre qué libros leer y cuáles no, por lo tanto son ellos los que han modelado el gusto de los lectores. Pero, ¿Es lícito que un crítico imponga si opinión? ¿Bajo qué conceptos está proponiendo lecturas?
Actualmente los libros para niños son una poderosa industria que reporta buenos beneficios, sin embargo, apenas tienen un pequeño espacio en la crítica de los medios de comunicación.
En el siglo XX, se reafirma la idea de la infancia como un estadio importante del desarrollo, como un momento crucial en la evolución de la persona. Esto ha propiciado que el libro volviera a tener los objetivos que ya tuvo en siglos pasados: la introducción y el aprendizaje, sobrevalorando determinado aspectos que se adecuan a los planes escolares o a, simplemente, las intenciones pedagógicas del momento.
La producción de libros para niños ha ido creciendo hasta dar al año miles de títulos sobre los que resulta imprescindible ejercer la selección. Para esta sobreabundancia resulta imprescindible ejercer una crítica fundamentada. La producción crece cada mes, nadie puede leer todo lo que se publica y por eso resulta indispensable que haya personas dedicadas a desbrozar un poco el camino, a opinar y, por lo tanto a recomendar o no.
Ahora bien, esto plantea un problema, y es como ya hemos indicado que los libros infantiles son libros escritos por adultos, recomendados por adultos y cuyos destinatarios son los niños. El adulto que vaya a analizar libro para niños deberá tener en cuenta muchos aspectos que hacen de este ejercicio una labor casi única. En primer lugar, para ejercer la crítica resulta indispensable ser un lector. Un lector o lectora de amplia formación que, no sólo lea libros para niños, sino también literatura son adjetivos.
Pero realmente, ¿Para quién hacemos la crítica? Sin duda la respuesta es para el adulto, porque será él quien seleccione los libros, quien se deje orientar y quien será influido por nuestra opinión. Por lo que las reseñas deberán tener en cuenta a los destinatarios; un padre que pueda decidirse a la hora de elegir un libro para su hijo o hija, un bibliotecario que se decida a incorporar la obra a su fondo, una maestra que recomiende en clase su lectora, etc.
De esta manera, la crítica cumple varias funciones. La primera función y la más importante, es para descubrir libros importantes que no deberían pasar desapercibidos, pero también escribir sobre aquellos libros que están injustamente de moda, para advertir de los libros que no valen la pena leer, para esclarecer hacia dónde va la producción, para dar pautas en la elección personal de cada uno y, sobre todo, para incitar a leer, para mostrar que la literatura para niños está viva, para elegir.
Ana Garralón

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